Televisión, celular, videojuegos, computador, tableta y cine son algunas de las pantallas con las que niños y adolescentes tienen contacto permanente hoy en día. Pero, los contenidos a los que acceden a través de ellas ¿representan su cotidianidad y diversidad?, ¿satisfacen sus necesidades?, ¿los pone en relación con su contexto?, ¿los ayuda a reafirmar su derecho a disfrutar del juego, del patrimonio, de los lenguajes de expresión artística y de todas aquellas dimensiones que conforman su ciudadanía cultural?
Estas y otras preguntas motivaron la investigación Análisis exploratorio sobre nuevas identidades infantiles y su relación con los medios audiovisuales de comunicación, realizada por Maria Cristina Torrado y Jaime Andrés Piracón. Para acercarse a las respuestas los autores revisaron debates, encuestaron niños y adolescentes, y conversaron con personas que están en el campo de la producción de cine para niños, organizadores de cineclubes y promotores de espacios de exhibición de cine infantil, y con el Comité de Clasificación de la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura.
Uno de los retos que destacan los autores al abordar el tema de las audiencias infantiles es lograr “la consolidación de una oferta pensada para el público infantil, que no solo ofrezca entretenimiento y motive el consumo, sino que ponga a los niños en relación con su contexto local y global mediante una relación lúdico-afectiva, pero también de carácter educativo (López, 2000). Esto implica poner en la agenda pública el debate sobre la relación entre la comunicación y la educación, y la generación de proyectos de formación de maestros que promuevan en las escuelas proyectos de formación de audiencias y de producción en medios de comunicación (emisoras, periódicos y videos) (López, 2000; Rincón y Calle, 2002)”.
Es así como los autores afirman que un trabajo pedagógico con medios audiovisuales debe considerar dos sentidos: producir el audiovisual como una manera de comunicar la lectura compartida que se hace del mundo local y producir relaciones sociales de diversidad y tolerancia entre los participantes.
“El valor de los medios en la sociedad está en su participación en los procesos de construcción de una ciudadanía cultural, la cual depende del acceso a múltiples ofertas, narraciones y formatos que no reproduzcan los guiones e historias convencionales y que generen relaciones más críticas de apropiación del mundo local y global”, afirman los investigadores en su texto.
Un apartado de este análisis se centra también en los géneros que prefieren los niños y los adolescentes y, a manera de conclusión, lo autores encuentran que la fantasía -concebida como un referente fundamental para la infancia- no debe ser pensada como opuesta a la realidad sino como una manera alternativa de relacionarse con los contextos cotidianos.
Fenómenos sociales como la ruptura en la concepción de infancia, la crisis de la escuela y la familia, la caída de los secretos fundamentales de la infancia -la muerte y la sexualidad- y el surgimiento de la categoría de “niño consumidor”, son estudiados por los investigadores en el contexto de la capital colombiana del año 2009. Y, a pesar de su aparente falta de vigencia, este documento ofrece recomendaciones que hoy siguen siendo pertinentes para la creación de contenidos y el acompañamiento en el consumo de los mismos.
El objetivo de esta investigación es proponer preguntas y elementos de análisis para que tanto organismos estatales como padres y realizadores se preocupen por acompañar y enriquecer las relaciones entre infancia y medios audiovisuales.
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Referencias de la investigación incluidas en esta reseña:
- López de la Roche, M. (2000). Los niños como audiencias. Investigación sobre recepción de medios. Bogotá: Proyecto de Comunicación para la Infancia.
- Rincón, O. y Calle, N. (2002). Televisión infantil. Voces de los niños y de la industria televisiva. Bogotá: Convenio Andrés Bello.
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