Texto: Juan Carlos Millán Guzmán
Fotos: Milton Ramírez
Licenciado en Filología e Idiomas de la Universidad Nacional de Bogotá; Titular de Master de Filosofía, Master de Psicología y Doctor en lingüística de la Universidad de la Soborna, Paris; Profesor de lingüística y psicolingüística en la universidad de Paris; el profesor Evelio Cabrejo es también vicepresidente de la asociación ACCES (Acciones culturales contra exclusiones y segregaciones) creada en 1980 cuyas actividades son completamente consagradas a la realización de proyectos de lectura y primera infancia.
“Habría que poner a disposición de las madres gestantes toda la tecnología que existe para que ellas pudieran ver los movimientos que hace un bebé en el vientre, saber que se trata de un ser que va a ser dado a luz luego de haber permanecido en esa caverna de las ideas en la que la madre debería acompañar a su hijo con poesía, incluso antes de nacer”, comenta el maestro Cabrejo, para quien alimentación, caricias y arrullos, junto con la presencia de sus padres, conformarán la representación simbólica del otro, sin las cuales no se podría dar su humanización.
“En mi biblioteca personal tengo una gran cantidad de libros para niños y muchas veces antes de ponerme a escribir tomo alguno de ellos para poder meterme en la música de la lengua, que además es producto de la imaginación y por tanto invita a crear”, asegura el experto, de acuerdo con cuya apreciación si bien programas como De cero a siempre deben buscar trasmitir la experiencia de la lectura, el Gobierno está en la obligación de buscar los mejores caminos para hacerla realidad.
“Acá en Colombia se habla mucho respecto a la preocupación por los bajos índices de lectura sin darse cuenta que si una madre va cada semana a la biblioteca y se lleva cinco libros, tendremos como resultado un promedio de lectura superior al de Suecia”, puntualiza el profesor, al tiempo que insiste en definir la función de la cultura como la capacidad de ofrecer a cualquier niño la mejor manera de desplegar sus posibilidades psíquicas.
Leer al vientre
¿Cuál es la importancia de leer a los niños desde que están en el vientre de la madre?
La neurofisiología de la audición se construye entre los tres y cinco meses, y a partir de ese momento el feto comienza a recibir información de lo que ocurre en el vientre de la madre, así como de la voz del padre, cuyo sonido recibe con una resonancia distinta junto con el resto de sonidos del mundo exterior, que son percibidos como un murmullo.
Antes de nacer, el feto ya ha inscrito la voz humana en su psiquis, de tal manera que al llegar al mundo el recién nacido es capaz de distinguir la voz de la madre de la del padre, y eso es algo muy importante porque implica un primer acto del pensamiento.
Evidentemente se puede leer historias a los bebés desde que se encuentran en el vientre; porque además, la entonación no solo cambia, sino que implica un tipo de musicalidad estrechamente asociada a lo que se conoce como el estilo de cada escritor.
¿Existe una manera apropiada de leer a los niños en esta etapa?
Lo más importante que debe tener en cuenta toda madre que se encuentre en estado de embarazo es pensar en su bebé como un sujeto desde que está en vientre. Y ellas lo saben, porque por ejemplo, cada vez que escucha música, el feto comienza a moverse; de hecho una mujer podría explicar mejor que yo esto que estoy diciendo. ¡Lástima que no suela hacérseles este tipo de preguntas a ellas!
Es en ese momento que comienza a ser importante que la madre comience a leer a su hijo lo que le gusta a ella misma, eso capaz de transmitirle a su hijo un placer corporal y mental que el bebé también recibe sin duda alguna.
¿Qué tipo de lecturas recomienda?, ¿deben circunscribirse a textos infantiles?
Si la madre es una lectora de novelas y de repente encuentra un párrafo que le interesa y le gusta, no tiene más que leerlo a su bebé en voz alta. No pueden existir limitantes respecto al tipo de textos porque lo importante es transmitir al bebé la música de la lengua.
Muchas madres acostumbran leer a sus hijos mientras que, por ejemplo, está encendida la televisión. ¿Qué tan recomendable es combinar estas dos experiencias?
Hay que tratar de eliminar cualquier ruido que riña con el de la voz de la madre, porque esta es una de las primeras músicas que el ser humano construye a partir de sus cuerdas vocales. La música tiene sus raíces en el cuerpo, así es que mi recomendación, aparte de leer al bebé, es también hablarle. Parece una cosa romántica y banal pero es muy importante.
Ahora bien, tampoco se deben dejar de lado a los niños sordos, porque ellos también perciben muchas cosas a través del movimiento de la madre, de tal manera que cuando el bebé comience a aprender la lengua de signos también va a ser muy importante, porque mientras la lengua oral es una música que se oye, el lenguaje de signos es una serie de movimientos armoniosos que se ve. Hablarle a alguien es hacerlo existir simbólicamente.
¿Qué papel juega el padre en todo este proceso?
Recuerde que al principio de la conversación distinguía entre la diferencia de resonancias de la madre y el padre, que el feto percibe como parte de un mundo lejano, pero que está también presente con toda su realidad y debe ser escuchada, con el fin de llegar a crear una operación gracias a la cual pueda distinguir una voz de otra, es decir, ni más ni menos, construir el espacio del pensamiento.
No obstante, también se debe tener en cuenta que en ninguna cultura son suficientes un hombre y una mujer para formar a un niño, porque además del nacimiento biológico se le debe permitir su nacimiento psíquico a través del lenguaje: matriz simbólica de la construcción del sujeto. Motivo por el cual papá y mamá tienen la obligación de hablar a sus hijos continuamente durante las primeras etapas del crecimiento.
Como la voz es música, hay que sacar al bebé de esa vida cotidiana, comenzar a cantarle arrullos, nanas y todos esos cantos de cuna que están presentes en nuestra poesía. No porque ellos lo entiendan, sino porque eso también les da la posibilidad de construir su propia voz: los escritores y los músicos vienen de allá.
El balbuceo
“Balbucear es un momento muy importante en el desarrollo del lenguaje, durante el proceso de apropiación de la lengua y la construcción de la voz. Y solo se logra si papá y mamá le han hablado al bebé, porque su obligación es la de permitirle apropiar a su hijo el lenguaje oral”, prosigue el profesor Cabrejo, para quien una vez se ha iniciado el proceso de acatar ciertos rasgos acústicos, se pasa desarrollar un tipo de escritura de carácter simbólico que luego le permitirá balbucear.
¿Qué es el balbuceo?
¡Balbucear es comenzar a jugar con las sílabas de la lengua! Muchos padres piensan que el niño está haciendo alusión a ellos (ma-ma-ma o pa-pa-pa), pero no es cierto. ¡Es la música de la lengua! Y sin embargo es importante que así lo crean porque esas expresiones van a llegar un día y en esa medida están acompañando al bebé en su viaje de construcción de la psiquis de manera simbólica.
De ahí viene la poesía, porque por ejemplo cuando se repite el arrullo se está reiterando la misma sílaba. De ahí la importancia de los arrullos o las nanas. Gracias al balbuceo el lenguaje se convertirá en un compañero que no nos abandonará nunca, y en un momento dado le permitirá al niño esa habilidad extraordinaria de poderse hablar a él mismo.
Hay quienes recomiendan hablarle claro a los niños siempre…
Muchas personas suelen hablar a sus hijos como si se tratara de un adulto, sin embargo para mí es claro que el niño balbucea en un momento psíquico de bienestar. Los adultos están en la obligación de reconocer ese momento, porque se comienza a crear un diálogo silábico que preludia al semántico.
¡Eso es muy importante porque hace parte de la construcción del espíritu humano! Cuando un padre repite ta-ta-ta está reconociendo que le interesa lo que le dice el niño a manera de un espejo verbal que se transforma en una fiesta que acompaña al bebé. A partir de un cierto momento, el adulto abandona este tipo de interacción puesto que descubre naturalmente que ya no es necesario.
¿Qué tan importante es hacer una primera selección de las lecturas durante esta etapa?
Esa selección ya está dada dentro de la cultura y solo hay que ir a buscarla. ¿Qué decirle a los padres? Cuando ellos estaban pequeños sus abuelas solían contarles historias y les cantaban cosas, ¿recuerdan? Bueno, pues ahora que ha llegado este niño, hagan lo mismo. Habrá quienes quizá no se acuerden, pero seguramente lo harán una vez vuelvan a escucharlo.
Eso hace parte de nuestra tradición, es decir, de dar lo que uno ha recibido. De ahí la importancia de programas como Leer es mi Cuento y De cero a siempre, porque lo que nuestros niños aprendan hoy será lo que más tarde trasmitirán a sus hijos. Yo por ejemplo, no me acordaba, fui a una librería donde encontré el libro de los pollitos, e inmediatamente me vino a la memoria mi abuela.
¿Se puede decir que el bebé puede contribuir a que sus padres se acerquen a la lectura?
¡Absolutamente! Mire, nosotros tenemos una asociación en París -ACCES-, a través de la cual realizamos lecturas para niños en las bibliotecas con el único requisito de que vengan acompañados por sus padres. ¿Por qué razón? Realizar conferencias dirigidas a unos padres que muchas veces son iletrados pueden no resultar muy útiles, en la medida que algunos de ellos incluso podrían llegar a pensar que podrían ser humillados.
Sin embargo, cuando un padre ve que su niño se interesa por los libros y la lectura no debe permanecer indiferente, y en últimas, siempre terminará por preguntar sobre la forma de adquirir tal o cual libro; a lo que nosotros ya podremos responder que lo puede encontrar en la biblioteca y que además su préstamo es gratuito.
Sumémosle a ello que al entrar a este espacio los padres sean recibidos por la sonrisa de un bibliotecario, y entonces ya tendremos un terreno abonado para despertar el interés por la lectura. ¿Qué ocurre entonces? Gente que nunca había leído por placer, pero que ahora lo hace en compañía de sus hijos, encuentra que es algo que puede ser muy bonito. ¡Hay niños que han hecho de sus papás buenos lectores!
¿Cómo enriquecer esta experiencia de lectura?
Nosotros leemos de manera individual en grupos que no superen los cinco niños. La razón es que el niño requiere que se le envíe un eco de su actividad física, de tal manera que cada vez que abra un libro y muestre una imagen, el adulto sea capaz de nombrarla, y que incluso –al contemplar por ejemplo el dibujo de un perrito-, además de hacer referencia al perro pueda también decirle “¿Viste el guau guau?”.
Pese a que muchas veces se nos ha cuestionado porque para el gobierno francés resulta muy costoso llevar a la práctica este tipo de lectura de carácter individual, nosotros sostenemos que si se invita a que los padres participen, serán ellos –los padres- quienes terminen haciendo el trabajo.
Nosotros hemos hecho lectores de gente que no sabe leer –personas que han migrado de África, Turquía y otras regiones- e incluso son iletradas en su lengua materna: un día nuestra lectora leía a un grupo de cuatro niños, había una que se distrajo y se fue con el libro donde estaba la abuela, quien no sabía leer, pero que sin embargo comenzó a ojear el libro al lado de su nieta. Le gustó tanto que comenzó a pedir prestados libros sin texto -¡cinco y hasta seis libros cada semana!-, y terminó leyendo sin saber leer, porque a través de esas historias le trasmitía su lengua a la nieta.
El libro, un espacio cultural
“¿Qué son las artes? El trabajo permanente de la psiquis humana para poner en escena lo invisible del espíritu. Eso hay que alimentarlo por todos los medios, sin necesidad de dar mayor importancia a la música, o al teatro, o a la danza, o a la pintura –por citar cuatro ejemplos-. Todos ellos son instrumentos para poner en escena esa invisibilidad del espíritu”, prosigue el maestro Cabrejo.
Ustedes lograron hacer un lector de una persona que no sabía leer…
Tenemos que quitarnos la idea de que el libro solo sirve para aprender a leer, ¡Dejémosle eso a la escuela! Al niño hay que permitirle nacer para poderlo educar, y la primera infancia es precisamente eso: un espacio de apropiación de la lengua oral.
Una vez hecha esta apropiación por parte del niño, si además se le ha leído mucha literatura, ocurre que ha tenido ya el placer del texto oral que a su vez lo prepara para desarrollar el placer de leer y escribir, además de permitirle manipular de manera correcta ese objeto que es el libro.
Un libro es un espacio cultural que se debe trasmitir lo más rápido posible a los niños a través de la lectura en voz alta, porque a fuerza de hacerlo muchas veces ellos ya saben cómo se abre y dónde se empieza a leer. El libro se convierte entonces en el mejor de los amigos.
¿Qué diferencias habrá entre este niño y aquél que no ha tenido este contacto con el libro?
Un niño que no tenga este tipo de experiencias previas a su ingreso a la escuela tomará un libro y muy seguramente lo abrirá al revés, luego volverá a hacerlo diferenciándose de sus demás compañeros; de tal manera que eso que debía ser una alegría comienza a transformarse en una fuente de angustia de la que al poco tiempo no querrá volver a ver ni a oír.
¿Cómo hacer para que el niño se acostumbre a la lectura?
Hay que darle un ritmo, y la lectura antes de ir a dormir es muy conocida. Naturalmente que esto tampoco puede volverse una camisa de fuerza, pero es aconsejable crear ese ritmo cuando se pueda. Sin embargo debo insistir en la necesidad de que los padres le lean al niño en cualquier momento: ¡Léanle cuando puedan, pero léanle!
Eso va propiciando un interés en el niño que de un momento a otro es quien trae el libro para que sus papás se lo lean; posiblemente encuentre un libro que le guste mucho y seguramente pida que se lo lean todas las noches.
Los niños se aprenden los textos de memoria al cabo de cuatro o cinco lecturas, y eso es muy importante porque anticipan el texto antes de que ocurra, por eso es importante esa repetición.
¿Qué leer?
Partamos de una idea: uno debe proponer una serie de lecturas e historias a partir de las cuales el niño debe estar en posibilidad de escoger; ya después están presentes en cualquier libro frases que pueden parecer raras, pero que logran entenderse porque están inscritas dentro de la música de la lengua.
¿Cuál es su opinión de las nuevas plataformas digitales para incentivar la lectura?
Entre una plataforma digital capaz de mostrar el movimiento y reproducir la realidad, y un libro que lo sugiere, surgen muchas preguntas y la respuestas todavía no están dadas porque la cultura digital hasta ahora está naciendo y plantea problemas como garantizar que haya una memoria y una continuidad de la creación humana.
Cuando una persona lee un libro invariablemente comprende algo distinto cada vez que lo lee, ¿cómo hacer que el formato digital permita hacer algo similar sin que resulte un poco caótico? Sin embargo es importante que los niños aprendan a manejar ese lenguaje lo más rápido posible de manera que sean capaces de adaptarse con facilidad a los cambios tan rápidos que plantea el mundo moderno.