Un cuentazo es aquel que nos hace descubrir nuevos mundos, que nos permite imaginar lo imposible (como que un dragón no es mermelada, por ejemplo) y que provoca que nos pongamos a inventar nuestras propias historias, nuestros grandes cuentazos. ¿Y si además el cuentazo trae “los efectazos”? Mejor que mejor, porque hasta las cuevas suenan.
Para entender con claridad de qué “cuentazos” estamos hablando, hay que decir que se trata de una miniserie animada coproducida entre Lapost Studio, el Ministerio TIC y el Ministerio de Cultura, que se desarrolló en el marco de la Convocatoria Crea Digital 2016. La serie recrea cuentos inéditos colombianos contados por un niño y su papá, uno lee y el otro hace los “efectazos”. Estas historias están inspiradas en las transformaciones físicas, mentales y sociales que viven los niños entre los tres y los seis años:
– ¡Besos no, que viene el dragón y nos pilla!, le dice un príncipe a la princesa.
Un cuentazo seguro para los peques
Los padres, cuidadores y profes saben que en www.maguare.gov.co todos y cada uno de los contenidos están cuidadosamente seleccionados y se publican aquellos que cumplen con parámetros de calidad, seguridad y responsabilidad. “Cuentazos con efectazos” es una de las novedades para este año que fomenta la lectura en voz alta, la recreación de historias y el vínculo afectivo entre padres y niños.
La miniserie aborda temáticas como los cuentos de hadas, las emociones, la naturaleza, los intereses personales y las festividades colombianas. Aquí les sugerimos algunas actividades que se pueden desarrollar con los niños después de ver cada uno de los capítulos:
– Un dragón no es mermelada. Esta historia es ideal para elaborar un dibujo sobre las comidas favoritas de un dragón.
– Mami, cinco minuticos. Los niños pueden escuchar distintos sonidos (voces de animales, instrumentos musicales, ruidos de objetos) y tratar de identificar qué los produce. También se puede jugar a ¿cómo hacen las ballenas?, ¿cómo suena un submarino?, etc.
– Ni sopa ni sopita. ¿Se animan a preparar una sopita con frutas, leche condensada y unas hojitas de hierbabuena? Puede ser un divertido “compartir”.
– Un, Dos, Tris, toca mi nariz. Naira inspira a los niños a elaborar sus propias máscaras con elementos reciclables y pintura.
– El murciélago llorón. El pequeño murciélago es una buena excusa para que los niños hablen sobre aquello que les hace reír y sobre todo aquello que los hace llorar.
Esta serie contó con la participación de cinco artistas visuales distintos, por ello cada uno de los capítulos cuenta con una estética diferente que estimula en conjunto el placer visual y sonoro en los niños.
Nos encantaría saber cómo les pareció la serie y qué uso le dieron a las historias.
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