2017 fue el año en que Cucú, un pájaro muy valiente aprendió a volar. Con su pico azul aguamarina y su cuerpo rojo cereza llega a todos los rincones de Colombia en forma de revista plegada. Cucú es una publicación periódica pensada para niños de cero a seis años, que contiene cuatro historias para leer en familia, con la que los niños se enamoran de la lectura y las formas de contar.
Patricia Moraille su directora y Guillermo Ramírez, su editor, decidieron darle alas a este proyecto, cuya primera edición salió en mayo de 2017 con el título: ¨Para iniciar una vida feliz” y cuenta lo que le gusta hacer a Ana y a Juan, dos niños que podrían ser cualquiera a los que le llega la revista, así como la historia de Rolo el gallo, la gallina Carlota y su amiga Josefina. Además contiene una Cucú para los papás con los “10 secretos para leer con los más pequeños”, con el fin de crear momentos de conversación y enseñanza esenciales para el desarrollo intelectual, afectivo, social y emocional de los niños de 0 a seis años.
La idea de Cucú, la primera revista en Colombia para niños de primera infancia, es que cada ilustración cuente muchas historias. Es un libro álbum plegable, portable, que llega a los hogares y que los niños y familias pueden leer de muchas formas, observando cada detalle e incluso dejando liberar la imaginación de los niños para que sean ellos los que creen los cuentos.
Cucú hoy aprendió a volar, dice en las páginas del primer número de esta revista. Como cuenta Patricia, en primera infancia se trata de cubrir la alimentación, la salud, el abrigo. Pero es muy importante fomentar la inteligencia e intelecto de los más pequeños. “Un niño desde que es un bebé empieza a conocer millones de palabras que aumentan cuando las familias le leen. Este ambiente placentero alrededor de la lectura, genera muchas aptitudes en los niños como en lectoescritura y habilidades con sus manos que mejoran su aprendizaje”.
Cucú, además de ser una revista, es un proyecto de lectura masiva a muy bajo costo que quiere llegar al mayor número de niños: por cada suscrito se apadrinan dos niños, en convenio con Aldeas infantiles SOS, organización que acompaña hogares vulnerables para brindarles refugio, abrigo y espacios de desarrollo personal para cientos de niños en Colombia. Aldeas infantiles SOS cuida a 600 niños de 0 a 6 años de altos de Cazucá, donde 30 facilitadoras los vistan llevándoles Cucú. Las familias reciben consejos para leer con sus niños y entienden la importancia de la lectura.
La ilustración es un componente muy importante de la revista, ya que propone que la imagen sea el primer vehículo de comunicación de los niños y se preste como motivo de conversación y aprendizaje de distintos contextos tanto urbanos como rurales. Los ilustradores que han hecho parte son Paula Bossio, Alejandro Mesa, Paola Escobar, Guillermo Cubillos, Elena María Ospina y Lucho Salcedo.
En el segundo número que salió en septiembre, ¡Me alimento bien!, hay mucho colorido y ambiente caribeño. La primera historia está representada con una palenquera que canta unos pregones: “Traje la patilla vente pa’ la orilla, pico la papaya, ¡ay no se me vaya!”. En su interior hay una gran ilustración de Paola Escobar, que se titula La calle rosada, comerciantes, niños, bicicletas, camiones, y un sin fin de detalles para que los niños descubran productos de la región del Caribe, se hagan preguntas sobre los personajes e inventen historias, que se completaran en la siguiente edición con la segunda parte de la ilustración.
En esta última edición se hace hincapié en la imagen e invitan a los papás a hacerles preguntas a los niños para iniciar el diálogo y promueven que las familias creen su álbum de fotos, recorten revistas y periódicos, así como detenerse en cada imagen y extraer su riqueza visual para que los niños construyan sus propias ilustraciones y generen historias.
En 2005 unos estudiantes entusiastas de las artes escénicas que cursaban diferentes carreras en la Universidad de Nariño, liderados por Danny Benavides y Pablo César Cabrera, decidieron conformar un grupo de títeres y teatro que más adelante sería La Comarca. Con la obra de títeres “La princesita fea” empezaron a explorar cómo hablarles a los niños desde el respeto y sin reforzar prejuicios.
La Fundación Castillo Sol y Luna es una sala de teatro de títeres rural, ubicada en la vereda los Limones, del corregimiento la Castilla, al oeste de la ciudad de Santiago de Cali, creada hace 15 años con el propósito de acercar a los niños al arte. La sala cuenta con un espacio verde que también es aprovechado como zona de juegos y picnic con toda una logística para que la experiencia de los niños no se relacione únicamente con el arte y la diversión, sino que posibilite el fortalecimiento del núcleo familiar.
Es una compañía itinerante de teatro de títeres fundada en el 2005 por Magdalena Rodríguez y Sergio Murillo. Han participado en más de 80 festivales representando a Colombia en España, México, Turquía, Ecuador, República Dominicana, Brasil, Argentina y Perú, entre otros países. Su obra “El Viaje de Tato” recibió una mención de honor en las becas de circulación: Itinerancias artísticas de proyectos culturales dirigidos a niños de primera infancia del Ministerio de Cultura en 2015. La historia de un niño que se aventura por primera a vez a salir de su casa y va venciendo el miedo en el trayecto, mientras una misteriosa anciana lo adentra en un mundo fantástico en el que todo está por descubrir. 
Es una agrupación cultural que se dedica a la creación escénica, a la gestión de proyectos culturales y al desarrollo de talleres artístico-pedagógicos. Está integrada por Víctor Manuel Pérez , Laura Nepta y Lylyan Rojas.
Fundado en 2009, este colectivo se dedica al trabajo musical y artístico para niños desde los ocho meses de edad, con el fin de generar procesos que les permitan participar activamente de la creación musical. Su directora, Sandra Natalia Sánchez, tiene una experiencia de 20 años componiendo e interpretando música y complementa su trabajo con los aportes de Luisa Fernanda González, pedagoga y docente de estimulación e iniciación musical, y Olga Lucia Santos y María Alejandra Delgado, profesionales en estudios musicales. Actualmente se presentan con “El jardín de los sueños”, una puesta en escena que combina música y teatro en la que un cuarteto de artistas se ve interrumpido por la llegada de un chelista que amenaza con alterar el orden, mientras la magia de unos seres fantásticos, la música y el color entran en escena para transformar todo en un maravilloso y divertido espectáculo. 
Hoy en día la lengua Kukama está desapareciendo. La pérdida de su propia identidad y lengua aparta a muchas personas de la región de sus raíces, que en ocasiones genera problemas de identidad, cuyas peores consecuencias son perceptibles en las altas tasas de suicidio entre los jóvenes de la comunidad. Según el Hospital Regional de Loreto, región de Nauta, en 2008 se presentó la cifra más alta, con 40 muertes en total.
