Martina lloraba y lloraba y sus papás no sabían qué hacer. Le hablaban, la cargaban, la llevaban al parque y nada, lloraba y lloraba. Un día la mamá de Martina le dio su celular y, bueno, la niña dejó de llorar; sus papás estaban encantados. En otro lugar del mundo y a la misma hora, a Mauricio le pasaba algo parecido: no comía y sus papás estaban preocupados y, lo mismo, lo cargaban, le hablaban, lo llevaban al parque y nada, Mauricio no comía. Un día, como hicieron los papás de Martina, le mostraron a Mauricio un video animado de YouTube por la tableta y, ¡adivinen!, el chico empezó a abrir la boca; sus papás estaban encantados. Así como a los papás de estas historias, a muchos cuidadores y padres les ha pasado lo mismo, es normal: el internet se ha convertido en una herramienta para la crianza. Ahora, eso no está mal del todo, es innegable la potencia del «mundo digital» para educar, comunicar, entretener, tener mejor acceso, y oportunidades sociales y económicas; sin embargo, no es tan sencillo, sobre todo para los niños: el uso de internet en la primera infancia –el uso de las pantallas– tiene sus implicaciones personales y sociales, y es un deber por parte de padres, cuidadores y niños pensarlas o, por lo menos, conocerlas.

Lo anterior, precisamente, es la premisa del Día del Internet más Seguro que se celebrará el próximo 6 de febrero. En 2004, en medio de un boom tecnológico, cuando internet abría su campo para vencer cualquier barrera espacial y temporal, la Unión Europea empezó a hacerse preguntas sobre el uso por parte de niños y niñas. El organismo convocó expertos, conversó con padres y profesores, estudió el tema en términos políticos y se dio cuenta que era vital incentivar, aprender y enseñar sobre esta herramienta a los menores y sus cuidadores: decidió que era importantísimo crear, entre todos, un internet más seguro o, dicho de otra forma, un internet mejor. Así, pues, crearon el Día del Internet más Seguro.

Intenet es una puerta de información. En sus marcos entra un sin fin de contenidos que alimentan lo que hemos denominado mundo virtual. La información va y viene, los medios interactúan, los códigos vuelan para que recibamos un correo electrónico, y las máquinas y las personas trabajan sin dormir creando herramientas y artículos, videos, juegos, fotos, conversaciones y, claro, editoriales como estas –todos los días, todas las horas, todos los segundos. Sin embargo, de vez en cuando se nos olvida que el internet no es «lo real» y que las puertas de este no lo son todo –ni para nosotros ni mucho menos para los niños, que hasta ahora están descubriendo el mundo, o sea, «lo real»: lo que tocan, lo que huelen, lo que sienten, lo que imaginan.

Ya lo dijimos, internet, hoy en día, es parte de la crianza de los niños. Sin embargo, es importante que los padres y cuidadores, en los diferentes entornos, se comprometan a seguir algunos pasos –pequeñitos– para que los niños estén blindados mientras exploran las pantallas. Yo me comprometo es nuestra campaña para cumplir lo anterior –Maguaré y MaguaRED se comprometen, ustedes se comprometen. Nosotros nos comprometemos a acompañar a los niños mientras están frente a una pantalla. Nosotros nos comprometemos a ser responsables del contenido al que los niños están expuestos. Nosotros nos comprometemos a respetar a los demás. Nosotros nos comprometemos a incentivar el criterio propio de los niños. Nosotros nos comprometemos a ser creativos a la hora de crear un vínculo afectivo con el niño y en nunca dejar de lado el parque, los amigos, el jardín, la sala, los juguetes, los animales, el piso.

Eso es lo que hacemos en Maguaré y MaguaRED: promover el aprovechamiento de los recursos digitales culturales para la apropiación de los lenguajes expresivos con los niños. Ojo, con los niños, junto a ellos, con nuestra compañía.

Nos unimos a la celebración del Día del Internet más Seguro y volcamos buena parte de nuestro contenido al tema del internet y la niñez. Les daremos a ustedes –y ustedes a nosotros– herramientas para aprovechar y reflexionar sobre las posibilidades del «mundo digital» en los niños y minimizar, así, sus riesgos al descubrirlo. Los invitamos a estar atentos a lo que publiquemos, compartamos o hasta intercambiemos, ¡para nosotros es vital su contribución!

¿Se animan? ¿Se comprometen?