Hace un par de años, en diciembre de 2013, se presentó en Colombia ¡No me comas!, el primer libro táctil producido en el país y dirigido a niños en primera infancia. Este ejemplar fue el resultado de una serie de talleres de creación literaria y exploración sensorial realizados con agentes educativos de Cúcuta, Neiva, Cali, Medellín y Soacha en el marco de Fiesta de la Lectura, la estrategia pedagógica que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Fundación Rafael Pombo realizan desde 2008.
Aunque este primer libro, en el que también participaron bibliotecarios y personas que brindan atención a niños con discapacidad visual, generó muchas satisfacciones en quienes lideran la iniciativa, también despertó nuevas dudas y la necesidad de profundizar en cómo incluir de manera efectiva a esta población en los procesos de lectura.
Partiendo de estos interrogantes se inició en 2014 una segunda fase de formación con 60 agentes educativas -el 90% eran madres comunitarias- de Bogotá, Cundinamarca y Boyacá. En un primer momento el equipo líder, conformado por una artista plástica y tres formadores, visitaron los diferentes jardines infantiles para ver cómo los niños con discapacidad convivían e interactuaban con los compañeros y la maestra. A partir de lo observado plantearon dos sesiones de talleres y una segunda visita de acompañamiento.
“Partimos de una pregunta: ¿cómo conocen los niños con discapacidad visual el mundo? Y en el proceso de formación empezamos por lo sensorial, pasamos por los lenguajes de expresión artística y conversamos sobre lo que implica un libro y cómo vamos más allá del libro como decodificación de texto. Exploramos libros de artista -concebidos como obras de arte en las que se utilizan diferentes materiales y técnicas, y se combinan elementos literarios y plásticos- y reflexionamos acerca de cómo ellas pueden proponer dinámicas nuevas dentro del jardín”, cuenta Paola Torres, coordinadora técnica de Fiesta de la Lectura.
Por ejemplo, un comportamiento identificado en las agentes educativas más temerosas consistía en la sobreprotección de los niños con discapacidad visual. Algunas sentaban a estos niños en un sitio seguro y les pedían que se quedaran quietos, así que con ellas el ejercicio inicial consistía en reflexionar acerca de por qué limitar el movimiento de estos niños, dado que hacerlo implicaba quitarles la posibilidad de conocer el mundo a través de su cuerpo y, en primera instancia, de sus manos.
Y así se empezó a formar el libro multisensorial ¿Qué cuentas?, en un proceso de construcción colectiva en el que las docentes propusieron el título, los estilos de las páginas, la forma y los personajes. Cada una creó su propia versión y de todas las propuestas se tomaron elementos para el diseño final.
Materiales lisos y rugosos, telas frías, personajes ásperos, felposos y sin forma definida son los componentes de este libro que busca ofrecer tantas posibilidades como lectores. “Seguro aparecerán personajes nuevos como la tapa o la piedra y está bien, es una provocación que les permite a los niños participar, proponer, ser parte; porque el problema más grande que tenemos es que a los niños con discapacidad los segmentan, los aíslan, los alejan del resto de la sociedad y los encapsulan”, comenta Paola Torres.
Algo más de 700 libros de ¿Qué cuentas? fueron impresos, ensamblados a mano y distribuidos en jardines del ICBF con el fin de fortalecer la atención inicial a todo los niños con discapacidad visual del país.
IVAN ENRIQUE GRANADOS PULIDO says
Donde puedo comprar estos LIBROS MULTISENSORIALES, en Bogota D.C
Hector Osorio says
Hola, me gustaría saber más en detalle los materiales que utilizaron, por lo visto sólo intervienen 2 sentidos : la vista y el tácto
Gestora Comunidades MaguaRED says
Héctor, lamentablemente es esta toda la información que tenemos por el momento.
Mariela Bohórquez Ortiz says
¡Qué buena propuesta!
Muchas gracias
ROSA SARMIENTO says
HOLA
Me gustaría saber si tambien llegaran a las bibliotecas publicas municipales