El juego es una de las experiencias que le permite a los niños establecer relaciones con el mundo exterior, con los otros, con los objetos y con sí mismos. A través de él se expresan, descubren sus capacidades y limitaciones, deducen las características de las cosas, investigan, se asombran, imaginan y crean.
Cuando los niños juegan elaboran el mundo y se forman culturalmente, pues juegan a lo que ven y a lo que viven. En los juegos tradicionales, por ejemplo, se refleja la diversidad del patrimonio cultural que existe en los diferentes territorios y comunidades: bailar la cumbia al ritmo del Mueve que mueve en la cultura afrocaribe, cantar El florón en la ceremonia de Chigualo en la cultura Afropacífica, jugar a la Lagashtija de los Ingas, entregarle alimento a la Tierra madre con el Cucunubá de los Muiscas o esculpir Wayunkeera (figuras de barro) con las niñas y mujeres de la comunidad Wayúu.
Con el ánimo de compartir principios de inclusión, respeto y reconocimiento a la identidad y la diversidad con los niños en primera infancia, la Fundación Rafael Pombo, en alianza con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el Ministerio de Cultura, presentó en 2014 el Proyecto Cucunubá, una estrategia pedagógica en la que los juegos y los juguetes de cinco grupos étnicos del país son recreados en cinco kits pedagógicos destinados a enriquecer las prácticas de los agentes educativos en las unidades de servicio del ICBF.
Muiscas, Wayúu, Ingas, Afrocaribes y Afropacíficos son las etnias que a través de estas cartillas comparten aspectos de la vida de los niños en la comunidad y de los juegos tradicionales que hacen parte de la infancia en sus distintos territorios.
Los mitos, arrullos y cantos, las reuniones alrededor del fogón, los bailes y las pinturas en la cara conforman los lenguajes artísticos con los que estas comunidades se relacionan con los niños. Así entran en contacto con los oficios tradicionales de su comunidad, la relación con la tierra, las situaciones cotidianas, la cosmogonía, los ritmos y los instrumentos. Sus ancestros, orígenes y lugares en Colombia, la organización de su comunidad, los momentos vitales de la niñez, sus rituales y luchas por conservar las tradiciones, incluso en esos nuevos territorios a los que algunos han tenido que migrar huyendo de la violencia, son algunos de los aspectos que también están incluidos en la información de cada grupo.
“Los juegos tradicionales tienen un papel fundamental en la medida en que configuran una identidad particular y son transmitidos de generación en generación, principalmente por vía oral, promoviendo la cohesión y el arraigo en los grupos humanos”, escribe el Ministerio de Educación de Colombia en la cartilla El juego en la educación inicial, uno de los documentos de la Serie de orientaciones pedagógicas para la educación inicial, en el marco de la atención integral.
Otorgarle un lugar importante al juego en la educación inicial es darle protagonismo a los niños, compartir con ellos juegos tradicionales de otras etnias es ayudarlos a expandir su visión del otro y de la diversidad. El juego es un derecho que debe ser garantizado en todos los ambientes en los que habite la primera infancia: el hogar, el entorno educativo, el entorno de salud y los espacios públicos.
Encuentra a continuación las cuatro cartillas del Proyecto Cucunubá para que compartirlas y disfrutarlas con sus niños:
– Cartilla Muisca.
– Cartilla Wayúu.
– Cartilla Inga.
– Cartilla Afro.
MAGDA LORENA GARZON CORREA says
Me parece muy interesante la información, en este momento estamos tratando de encontrar exactamente la misma información; pero respecto a los niños Arhuacos y no encontramos nada.